Ojos que no ven...
 Esta caricatura habla por sí misma, y se trata de un mal de siempre en el que las autoridades supuestas a brindarnos seguridad se prestan y actúan ya como cómplices de los críminales que los silencian hasta con porcentajes considerables de el botín.
								
				
				Esta caricatura habla por sí misma, y se trata de un mal de siempre en el que las autoridades supuestas a brindarnos seguridad se prestan y actúan ya como cómplices de los críminales que los silencian hasta con porcentajes considerables de el botín.			 
       
		
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